García Martínez, Begoña
¿A cuántos años tuvimos que asomarnos antes de atrevernos a vivir?
Entre el vaivén de las flores azules que nacen salvajes en los jardines y aquellas tardes heladas, esperando ver florecer de nuevo abril, recuerdo de cuando nos empoderamos en los amaneceres de agosto, viendo el sol salir. Pero yo si tengo que elegir, me quedo, en el calor de la mirada que se refugia y se asemeja a la calidez otoñal del hogar donde quiero respirar. Mientras, espero que abril, nos haga florecer un año más. ¿Dónde te quedas tú?