Candela Conde López
Muero cada vez que escribo. Lo que escribo no me pertenece, ¿acaso lo que siento si? Esta obra no es mía. Ya no soy ella. Porque cada vez que escribo soy alguien que dejo de ser al segundo. Quizás leas una carta de amor escrita con palabras que nunca dije o uno de los miles de sentires que toman la forma de una letra. Una oda contemporánea a la naturaleza salvaje que habito. El abandono, el dolor, la ausencia o la presencia. Notas al pie que atraviesan el cuerpo. Te invito a leer esto que lleva mi nombre pero no es mío.